January 2019
The National Mall in Washington, District of Columbia, United States, is the place in the nation’s capital that best serves as a platform for the First Amendment of the Constitution of that country: freedom of religion, expression, assembly, and the right to petition. Every year, the National Park Service awards about 3,000 permits for wakes against abortion, demonstrations against war, celebrations of freedom, competitions, marches for choice, performances, religious speeches and chants, games, and marriage ceremonies. For some, the National Mall is the center of the United States, a place where people sing, protest, take pictures, reconnect with their past, watch other people, exercise, and walk their dogs.
At the time of this writing (January 13, 2019), the United States government has been shut down for 23 days -the longest shutdown in the history of the country- all because of an impasse over Trump's demand for US$5.6 billion in federal funds to build a US-Mexico border wall.
The National Mall belongs to the American People –not the politicians-, and to the People of the World who share the same ideals of the original American forefathers. Given this political climate, and in an era of diminishing resources for the nation and the planet, one can only hope that the National Mall continues to be a model for freedom, adaptation, and “liberty and justice for all".
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El National Mall in Washington, Distrito de Columbia, Estados Unidos, es el lugar en la capital de la nación que mejor sirve como plataforma para la Primera Enmienda de la Constitución de ese país: libertad de religión, expresión, reunión, y petición. Cada año, el Servicio de Parques Nacionales otorga alrededor de 3.000 permisos para vigilias contra abortos, manifestaciones contra la guerra, celebraciones de libertad, competencias, marchas para elegir, presentaciones, discursos y cantos religiosos, juegos, y ceremonias de matrimonio. Para algunos, el National Mall es el centro de los Estados Unidos, un lugar donde la gente canta, protesta, toma fotos, se reconecta con su pasado, mira a otras personas, hace ejercicio y camina con sus perros.
En el momento de redactar este pequeño ensayo, el gobierno de los Estados Unidos ha estado cerrado durante 23 días, el cierre más prolongado en la historia del país, todo esto debido a un impasse sobre la demanda de Trump de US $ 5.6 mil millones en fondos federales para construir un muro fronterizo entre México y los Estados Unidos.
El National Mall pertenece al pueblo estadounidense, no a los políticos, y al pueblo del mundo que comparte los mismos ideales de los originales antepasados estadounidenses. Dado este clima político, y en una era de recursos decrecientes para la nación y el planeta, solo podemos esperar que el National Mall siga siendo un modelo para la libertad, la adaptación y la "libertad y justicia para todos"
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Read MoreAt the time of this writing (January 13, 2019), the United States government has been shut down for 23 days -the longest shutdown in the history of the country- all because of an impasse over Trump's demand for US$5.6 billion in federal funds to build a US-Mexico border wall.
The National Mall belongs to the American People –not the politicians-, and to the People of the World who share the same ideals of the original American forefathers. Given this political climate, and in an era of diminishing resources for the nation and the planet, one can only hope that the National Mall continues to be a model for freedom, adaptation, and “liberty and justice for all".
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El National Mall in Washington, Distrito de Columbia, Estados Unidos, es el lugar en la capital de la nación que mejor sirve como plataforma para la Primera Enmienda de la Constitución de ese país: libertad de religión, expresión, reunión, y petición. Cada año, el Servicio de Parques Nacionales otorga alrededor de 3.000 permisos para vigilias contra abortos, manifestaciones contra la guerra, celebraciones de libertad, competencias, marchas para elegir, presentaciones, discursos y cantos religiosos, juegos, y ceremonias de matrimonio. Para algunos, el National Mall es el centro de los Estados Unidos, un lugar donde la gente canta, protesta, toma fotos, se reconecta con su pasado, mira a otras personas, hace ejercicio y camina con sus perros.
En el momento de redactar este pequeño ensayo, el gobierno de los Estados Unidos ha estado cerrado durante 23 días, el cierre más prolongado en la historia del país, todo esto debido a un impasse sobre la demanda de Trump de US $ 5.6 mil millones en fondos federales para construir un muro fronterizo entre México y los Estados Unidos.
El National Mall pertenece al pueblo estadounidense, no a los políticos, y al pueblo del mundo que comparte los mismos ideales de los originales antepasados estadounidenses. Dado este clima político, y en una era de recursos decrecientes para la nación y el planeta, solo podemos esperar que el National Mall siga siendo un modelo para la libertad, la adaptación y la "libertad y justicia para todos"
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